Dificil volver

He intentado pensar en qué o cuáles son las carencias que nos vas mermando, acotando, aislando en la tristeza. Una de ellas es la incapacidad de hablar, de encontrar caminos de contar y de moldear gramatical o fonéticamente lo que nos pasa. He visto pasar los años y han pasado muchas aguas bajo mis puentes, y es necesario hablar, decir algo, conectarse con el otro, aunque no exista.
La música importa también, que es otra forma de hablar -sin palabras- , pero también empuja la conexión etérea con el todo, con dios, con el universo. Trascender siuticamente hablando. Ser feliz.

Espero poder seguir escribiendo y contar un poco lo he hecho estos años. Sin apuro y sin prisa.


M.M