La Senda del Perdedor

A veces pienso que la vida da algunas oportunidades, que las veo pasar sin pestañear, mientras me tomo un trago.

viernes, abril 13, 2007

Piedad Animal...


Un enorme y carnívoro cocodrilo está al acecho...

Lo cubre una capa de lodo africano que lo mimetiza completamente.

La manada de venados busca sosiego a su sed en en la pequeña laguna casi seca. También los pequeños buscan saciar la sed, caminando sin percatarse del peligro al acecho. Un segundo y la laguna y el agua turbia se transforman en una dentada mortífera atrapando al pequeño de la manada, el depredador cumple con su tarea hundiendo a su presa al fondo, cuando la cabeza de la victima está a punto de desaparecer de la vista de sus amigos, padres y tios de la manada sucede algo.

Un hipopótamo gordo, pesado y abúlico observa la escena, no tolera la situación. Embiste al cocodrilo que huye desconcertado liberando a la presa moribunda pero respirando.

Hipo toma al herido entre sus fauces y lo lleva a la orilla, bajo el silencio de los demás, camina con su cuerpo redondo llevando al frágil venado. A unos cuantos metros de la laguna, lo deposita. Está muriendo. Ya no hay que hacer. Hipo no lo entiende, abre su enormes fauces y toma la cabeza del animal parece una visión irreal, pero solo lo sacude para darle quizás aliento y respiración, deja su cabeza en el suelo, espera, repite la operación, finalmente el malherido muere...

Hipo no tiene más que hacer y vuelve a su lodo y a sus hierbas.

Todo vuelve a suceder. El cocodrilo vuelve a reclamar su presa y el ciclo se termina por esta vez.

Esto no es invento, lo vi en el NatGeo, y me emocioné al extremo, podremos los hombres mostrar tal piedad, como el hipopotamo? Una piedad tan maravillosa y animal?